Me aburrí de mis paredes. Sí. Me harté de ese color aburrido que daba imagen de orfanato de película de terror... y así fue como terminé comprando unas latas de pintura, un rodillo, una brocha, (la charola ya la tenía :P) y un rollo de masking tape (la cinta de papel blanca).
Luego de buscar en internet, vi muuuchas fotos, y terminé haciendo lo que se me dio mi gana. Me sirvieron para inspirarme, pero ninguna me convenció, así que, ahora les muestro paso a paso qué fue lo que hice:
1.- El paso obvio, pinté la pared de ese verde "mallativo" (llamativo pues, pa´que me entiendan) y dejé secar un ratotote (bueno lo dejé hasta el siguiente día).
2.- Luego, con masking tape, hice los cuadros, como pueden ver en la foto. Todos diferentes, chuecos, sin orden alguno.
Como tip, consideren quitarle pegamento a la cinta antes de ponerla, esto lo hice pegándola y despegándola varias veces sobre mi ropa, piel, o lo que puedan, el chiste es que no vaya a descarapelar la pared.
3.- Ahora, con una brocha delgada, o de plano un pincel, pinten las figuras.
Esto no tiene mucha ciencia, pero, si requiere de paciencia, muuucha paciencia!!!
4.- Para retirar la cinta hay dos opciones: Yo la quité con la pintura fresca, pues la que usé es satinada, y al ser plástica, al secar se levantaba un poco, por lo que mejor quité la cinta antes de secar. Si tu pintura es mate, puedes quitarla cuando se seque, haz la prueba.
Y Así es como quedó al final:
Como pueden ver, algunas figuras quedan "salidas" de la pared, es ole da un efecto muy padre.
Aún me falta decorar otra pared... pero eso, es otro post :D
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